lunes, 12 de julio de 2010

Momentos inolvidables de Sudáfrica 2010

Fue hermoso mientras duró. La fiesta terminó pero deja un cúmulo de emociones plasmadas en imágenes. Este es un repaso desordenado de recuerdos, momentos inolvidables, curiosos, divertidos, queribles... Estas imágenes de diferentes periódicos y páginas web sirven para mirar atrás y ver lo que dejó Sudáfrica 2010:

Cuando los agoreros anunciaban la caída de la sede para Sudáfrica, Joseph Blatter le dio todo su apoyo y el país respondió con un Mundial de nivel. El presidente de la FIFA, aquí junto al mandatario sudafricano Jacob Zuma, se la jugó por el continente africano y ganó.

El sudafricano Siphiwe Tshabalala marca el primero de los 145 goles de Mundial. Fue 1-1 con México en el partido inaugural.

Si está España, está Manolo con su bombo. ¿Mufa? ¿Gafe? Estupideces: España es campeón de Europa y del Mundo.

Corea del Norte vuelve a la Copa del Mundo después de 44 años y Jong Tae no puede contener las lágrimas durante la ejecución de los himnos. Emoción pura.

El arquero inglés Robert Green no consigue detener el débil disparo de Clint Dempsey y Estados Unidos iguala el marcador en Rustemburgo. El gran blooper del Mundial.

Le Cabaret: Francia se volvió a París en la primera ronda en medio de peleas entre el DT Raymond Domenech y el plantel. Thierry Henry, el único campeón del '98, fue suplente.

Alexandros Tzorvas y Vangelis Moras no terminan de echarse las culpas el uno al otro. Desastre defensivo de Grecia ante Argentina.

La revelación de la Copa, el alemán Thomas Müller: talento, juventud y gol.

Ah, ¿nunca lo haz hecho? El niñito australiano está aburrido, como el juego de su equipo.

El gesto de Javier Mascherano hacia el rival nigeriano Obafemi Martins. Uno de tantos momentos así captados por las cámaras. En Sudáfrica también apareció el fair play.

Frank Lampard marcaba el 2-2 de Inglaterra ante Alemania pero el gol no fue convalidado por el árbitro uruguayo Jorge Larrionda, a instancias de su colaborador. ¿Debe seguir dejándose de lado la tecnología? El ojo humano no puede competir con la repetición en cámara lenta.

Los suizos, inventores del catenaccio dieron la sorpresa con una victoria sobre España en su primer partido, pero pronto se les pinchó el globo. Con su fútbol mezquino se quedaron afuera en la primera ronda.

Nueva Zelanda tenía como objetivo no salir último y terminó siendo el único invicto del Mundial. Shane Smeltz y Ryan Nelsen festejan el gol del primero a Italia.

Así vive Marcelo Bielsa el fútbol; así sufrió las caídas de Chile contra España y contra Brasil. Muchos espectadores temieron por su salud.

La vida de Martín Palermo es para un guión cinematográfico y en Sudáfrica sumó una escena espectacular: debut en la Copa del Mundo a los 36 años y gol en sólo diez minutos ante Grecia. ¡Titán!

Los hinchas de Holanda tiñeron todo de naranja con simpatía, desfachatez, cerveza, chicas hermosas y cero violencia. Para imitarlos.

Indominable, liviana, impredecible... la pelota Jabulani fue tema de debate y queja de los jugadores.

Cannavaro intenta consolar al desolado Quagliarella. Pero que no lloren los italianos, ni las lágrimas merecen con su fútbol amarrete.

Como en 2006, Ghana fue el único representante africano que llegó a octavos de final. Y esta vez pasaron a cuartos. Ellos festejaron con su bandera y toda África se embanderó tras ellos.

Oscar Washington Tabárez, entrenador de Uruguay, quizá el mejor del torneo. Un Maestro con todas las letras.

Wayne Rooney no se aguanta la frustración inglesa tras el opaco 0-0 con Argelia y le dedica un rosario de insultos al camarógrafo.

Las vuvuzelas no pararon de sonar en todo el campeonato y fueron protagonistas sonoras de la 19na Copa del Mundo.

Con su estilo "sudamericano", Landon Donovan fue el muchachito de la película norteamericana en el Mundial. Tres goles y una milagrosa clasificación contra Argelia, sobre la hora.

El pisotón de Felipe Melo no para de dolerle a Arjen Robben. Por más compasión mostrada para con su adversario, se fue expulsado y a Brasil se le terminó el Mundial ante Holanda.

¿Tontería? Puede ser, pero el pulpo alemán Paul con sus "pronósticos" y sus aciertos se convirtió en un simpático personaje.

Diego Maradona fue un show de histrionismo desde el banco argentino, el favorito de las cámaras. Vive el fútbol con el mismo fervor que desplegaba en la cancha.

Durante un mes el mundo bailó y tarareó el Waka-Waka al ritmo de sus ondulantes caderas... "Porque esto es África...".

Justo Villar detiene el disparo del penal ejecutado por Xabi Alonso. En Sudáfrica se atajaron 6 penales, un record.

Portugal 7 - Corea del Norte 0, la goleada del Mundial. Un resultado fuera de contexto por lo mostrado más allá de esta tarde en Ciudad del Cabo.

Las preguntas de la periodista Sara Carbonero a su novio Íker Casillas fueron una excusa para apreciar su incontenible belleza.

Los sudafricanos fueron grandes anfitriones, le pusieron pasión y color a la fiesta mundialista.

El uruguayo Diego Forlán, Balón de Oro de la Copa del Mundo. Cinco goles y un premio merecido para uno de los mejores delanteros del planeta.

Una Alemania contundente terminó con el sueño argentino. Pesadilla celeste y blanca en Ciudad del Cabo.

Consumada la goleada alemana sobre Argentina, Diego Maradona se refugió en un larguísimo abrazo con su hija Dalma. La imagen fue tremendamente conmovedora. El DT Joachim Löw quería saludar a su par argentino, pero comprendió el momento: se quedó tres minutos esperándolo, no quiso interrumpir tamaña demostración de afecto. Un caballero.

Llamó la atención de todos los fotógrafos con su celular en el escote. La modelo paraguaya Larissa Riquelme se convirtió en "la novia del mundial".

La mano de Dios o la mano del Diablo, lo cierto es que Luis Suárez impidió la victoria de Ghana sobre Uruguay. Penal errado por Asamoah Gyan y después la Celeste pasó a semifinales desde los doce pasos.

¿Qué le falta a Andrés Iniesta para que lo reconozcan como el mejor jugador del mundo? En silencio, fiel a su estilo, el manchego desparramó talento y marcó el gol que le dio a España su primera Copa del Mundo... ¡Y olé!

Un loco de atar... Sebastián Abreu cerró la definición por penales frente a Ghana con un disparo picado, como solamente los elegidos se animan a patear. Uruguay a semis.

La amargura argentina quedó contrarrestada con esta imagen de Pamela David; que en Sudáfrica mostró sus tetas a quien quisiera verlas...

¿Quién dijo que los partidos por el tercer puesto estaban de más? Alemania y Uruguay regalaron un partidazo. La medalla de bronce fue para los germanos; el abrazo y los aplausos para la entrega charrúa.

Planchazo asesino de Nigel De Jong a Xabi Alonso en la final. No era tarjeta roja, era prisión por homicidio en grado de tentativa.

Pasional, fuerte, seguro... Carles Puyol no se cansó de ganar todo con el Barcelona, ahora también es campeón mundial y lo celebró con la Senyera catalana.

España dejó atrás esa rancia mística de "La Furia" y se animó practicar un fútbol digno de sus grandes jugadores. Campeón de Europa en 2008, campeón del Mundo ahora... ¡Gloria a los vencedores!

Nelson Mandela. Sin él no hubiera existido este Mundial. Sin él Sudáfrica no hubiera conocido la dignidad.

Adiós Sudáfrica 2010...

2 comentarios:

Jorge Acosta dijo...

Muy bueno,mejor que cualquiera de los cientos de resumenes que pasaron por TV. Mequedo con la patada de De Jong y el gol de Lampard, lo primero no se sancionó roja y en el segundo no se sancionó gol...increible.Abrazo

Andric Frost dijo...

stolen
Seguro que les será familiar el síndrome del domingo por la noche: ese momento, inversamente proporcional al del viernes por la tarde, en el que dejas de disfrutar el fin de semana: moralmente estás tan abatido que en la práctica ya ha empezado tu lunes. De chavos, dos veces al año esta sensación resulta especialmente virulenta: los domingos previos al regreso a clases después de vacaciones. Ya de adultos el síndrome es un poco menos agresivo, salvo por un domingo cada cuatro años. Como este. Apunten: faltan 1,433 días para Brasil 2014.

Algo tiene esa Copa (¿por qué le llamarán así si no tiene forma de vaso con pata?) que la hace muy pero muy diferente del resto. Es mágica, algo así como el santo grial de nuestros tiempos. Inenarrable la energía que irradia a los ojos de todo fanático que se precie.

¿Esto que ocurrió ayer quiere decir que la Copa del Mundo está abierta para cualquiera? No. Para ello es menester ganar seis de siete partidos, y solo los equipos que cuenten con varios de los mejores futbolistas del mundo serán capaces de sobrevivir hasta la Final. Nos equivocamos quienes profesamos aquella doctrina que establecía que únicamente habían tres formas de ganar la Copa del Mundo: a) Llamarte Brasil, Italia o Alemania; b) Ser organizador y tener cierto potencial (Inglaterra, Francia, Uruguay y Argentina); c) Aferrarte a un milagro (Maradona 1986) y Uruguay (Maracanazo 1950). La victoria de España abre un inciso “d)” que desarticula los tres anteriores. Lo único que cuenta es la suma de talentos que se tiene en el presente: al pasado solo recurre gente como yo para tener de qué hablar.

Una película, un libro, un Mundial de futbol lo juzgamos en gran medida en torno a la sensación que nos deje su final. Una vez que resistimos al impulso de salirnos de la sala de cine, de sellar el libro en la página 50, o de no volver a prender la tele hasta que acabe la Copa del Mundo; solemos ignorar todo lo que nos llevó hasta ese fin que lo arruina o lo justifica todo. Siento que Estados Unidos ’94 y Francia 1998 fue de lo mejorcito que me ha tocado ver, y si medio mundo dice que fue horrible es por el sabor de boca que dejó la Final. Alemania 2006 en contra parte, tuvo un último partido con descargas emocionales muy superiores al resto y por eso en el balance no pareció lo malo que a mi gusto sí fue. En el caso de Sudáfrica 2010 la Final fue fiel reflejo de los otros 63 partidos: intensa, parcialmente emocionante y en términos generales poco vistosa.

Aunque les choque, paso a autofusilarme una reflexión del día 15: “¿A cuántas personas entrañables conoceremos? ¿De cuántas nos olvidaremos? ¿Cuántas veces lloraremos, nos alcoholizaremos, besaremos de aquí a Brasil 2014? Se nos fue ya el Mundial y la mayor parte entre pura queja. Siempre inconformes. Apelar al nivel de aburrimiento en los partidos de la Copa del Mundo se ha vuelto un cliché cada cuatro años. No eres cool si no lo criticas. Y será la nostalgia de la que les hablo, pero yo pienso que después de todo no ha estado tan mal. Las lágrimas del norcoreano, el gol de Donovan en el último minuto, la fantasía de Honda ante los daneses, la hazaña eslovaca, el Uruguay – Ghana, la exhibición alemana… Señores, díganme si miento: la Copa Mundial de la FIFA sigue siendo, de largo, el mayor espectáculo del mundo. ¡Imagínense si además de eso fuera perfecta!

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