sábado, 28 de julio de 2007

Una pausa... en el Caribe

Por unas semanas este espacio permanecerá sin actualización. Costa Rica y Cuba, protagonistas de la foto de arriba, serán tierras magníficas para despejar la mente y volver con más historias para contar, para compartir.
Porque el fútbol es de todos, no solamente de Brasil, Italia, la Argentina, los grandes... Cuba, país hermano y querido, tiene un deporte que da muestras al mundo de su enorme potencial. Allí ahora el fútbol también gana en entusiasmo y cautiva a los jóvenes, detrás del béisbol. Prueba de ellos son las constantes clasificaciones cubanas para la Copa de Oro de la Concacaf, los Mundiales de futsal y también en la rama femenina.
En 2008 se cumplirán 70 años de la única participación de Cuba en la Copa Mundial de la FIFA, en Francia '38. Y somos muchos quienes deseamos ver flamear la bandera cubana en Sudáfrica 2010.

jueves, 26 de julio de 2007

A 1000 días de Sudáfrica 2010

Por PABLO ARO GERALDES

La cuenta regresiva para el 11 de junio de 2010 está por comenzar. El próximo 15 de septiembre faltarán 1000 días para el inicio de la 19ª Copa del Mundo, en Sudáfrica. Más allá de los rumores y malos pronósticos, fue Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, quien ratificó su enérgico apoyo a la realización del primer Mundial en suelo africano. “Yo estaré en Sudáfrica, si sigo vivo, en 2010 para abrir el Mundial en Johannesburgo”, dijo el dirigente suizo y para aventar malos augurios subrayó: “tenemos un Plan B y un Plan C: se llaman Sudáfrica”.
La tierra ahora libre de Nelson Mandela podrá mostrar al planeta la pasión que siempre sintió por el fútbol, sobre todo la mayoría negra de la población, la que vivió sometida por el nefasto régimen de segregación llamado Apartheid.

No solamente los sudafricanos esperan el Mundial, sino que los otros 52 miembros de la Confederación Africana de Fútbol brindaron su apoyo. Todos se unirán con el canto conocido como Shosholoza, el que se escucha en cada partido de los Bafana-Bafana, como se conoce al seleccionado sudafricano. Era una canción típica de los emigrantes que llegaban a Sudáfrica desde Zimbabwe para trabajar en las minas, y lo adoptaron todos los aficionados al fútbol. En zulú, la palabra "Shosholoza" significa '¡Adelante!'.

Los números del próximo Mundial


14-10
fue el resultado de la votación que le otorgó a Sudáfrica la sede del Mundial por delante de la candidatura de Marruecos, la otra “finalista”.

Las fechas

25-8-2007
Con los partidos Samoa Americana vs Islas Salomón y Tahití vs Nueva Caledonia, darán comienzo en Samoa los Juegos del Pacífico Sur, en Samoa. ¿Por qué son importantes? Porque el torneo oficiará como ronda preliminar a las eliminatorias de Oceanía. Terminarán el 7 de septimbre y los tres primeros clasificados (excepto Tuvalu, que no está afiliado a la FIFA) pasarán a la ronda final con Nueva Zelanda.

25-11-2007
Se celebrará en Durban, Sudáfrica, el sorteo que determinará la composición de los grupos y los emparejamientos de las eliminatorias. El de Sudamérica ya se definió que volverá a ser "todos contra todos".

14-6-2009
Comenzará en Sudáfrica la Copa Confederaciones, a la que ya están clasificados Italia, Estados Unidos y Brasil (este domingo se sumará el ganador de Arabia Saudita - Irak, finalista de la Copa Asiática).

204
serán los países que intervengan, un record absoluto en esta competición.


31 selecciones se clasificarán para unirse a Sudáfrica en la fase final.

3 son solamente los países que no se inscribieron para la eliminatoria: Filipinas, Laos y Brunei Darussalam, los tres del continente asiático. Luego se bajaron, Eritrea (en África) y Bhután (en Asia).

9
ciudades serán sede de la Copa de Mundo: Ciudad del Cabo, Johannesburgo, Pretoria, Durban, Bloemfontein, Puerto Elizabeth, Nelspruit, Polokwane y Rustemburgo.

573.700
Será la cantidad de asientos de los 10 estadios sumados (habrá dos en Johannesburgo).

10 estadios
Ciudad del Cabo: Green Point – 70.000

El nuevo escenario se está construyendo en el barrio de Green Point, muy próximo al mar y con las montañas como telón de fondo. A partir de 2009, cuando está prevista su finalización, podrá ser el estadio del Ajax, la filial sudafricana del gran club holandés.

Johannesburgo: Ellis Park – 60.000
Se construyó en 1928 como estadio de rugby. Tras una demolición, se volvió a erigir en 1982, de nuevo exclusivamente para ese deporte. Este estadio fue el escenario de la final del Mundial de rugby de 1995 y de muchos partidos de fútbol inolvidables: los Bafana Bafana lograron un empate a 1-1 contra Argentina en 1995 y un empate a 0-0 en 2000 contra Francia, a la sazón campeona de la Copa Mundial de la FIFA. Hoy es la sede del Orlando Pirates, de la Premier Soccer League, convertido en 1995 en el primer equipo del país que alzó la Recopa Africana.

Johannesburgo: Soccer City – 94.700
Es la catedral del fútbol sudafricano. A mediados de la década de 1980, varios dirigentes de clubes se unieron para levantar el primer estadio internacional de fútbol del país. Fue el escenario del primer discurso multitudinario de Nelson Mandela después de su liberación en 1990.

Pretoria: Loftus Versfeld – 50.000
El estadio de los Mamelodi Sundowns fue testigo de la primera victoria sudafricana sobre una selección europea: Suecia. Le debe su nombre a Robert Owen Loftus Versfeld, a quien se atribuye la instauración del deporte organizado en Pretoria. Necesita muy pocas remodeaciones.

Durban: Durban – 70.000
La segunda ciudad del país tiene una gran tradición futbolística: la primera liga del país se fundó en la provincia de KwaZulu-Natal. El Durban Stadium que se está construyendo será un relevo del tradicional King’s Park, donde se jugó el primer partido de Sudáfrica tras el apartheid: 1-0 sobre Camerún.

Bloemfontein: Free State – 48.000
El estadio fue escenario de varios partidos de la fase de grupos y cuartos de final de la Copa Africana de Naciones 1996 y del Mundial de rugby 1995. También es la casa del Bloemfontein Celtics, de la Premier Soccer League sudafricana. Será remodelado.

Puerto Elizabeth: Puerto Elizabeth – 48.000
Será el primer estadio de fútbol de la ciudad, junto al bello lago North End. Todos los partidos internacionales se disputaron en el campo del equipo de rugby de la Provincia Oriental, incluido el “Partido Nelson Mandela 2005” entre Sudáfrica y Senegal.

Nelspruit: Mbombela – 46.000
Se construirá específicamente para el Mundial y le dará un gran impulso al fútbol de Nelspruit, ya que la provincia de Mpumalanga no tiene hoy ningún estadio de categoría internacional. Mbombela es un nombre siswati que significa “mucha gente junta en un lugar pequeño”.

Polokwane: Peter Mokaba – 45.000
Una construcción nueva que alegrará a la provincia de Limpopo, la de mayor cantidad de futbolistas federados de toda Sudáfrica. El nombre elegido recuerda al fallecido Peter Mokaba, activista político contra el apartheid.

Rustemburgo: Real Bafokeng – 42.000
El nombre del estadio viene del pueblo Bafokeng, que vive en la región y en 1999 ganó una batalla legal por la que reclamaron la propiedad del 20% del platino que se extrae de las minas situadas en su territorio histórico. De ahí que posean acciones de las minas de platino que existen en la región.


3.500.000.000
es la inversión total en dólares que el viceministro de finanzas Jabulani Moleketi anunció como inversión del Estado para el Mundial. Es para mejorar información, carreteras, seguridad y la capacitación de las personas que van a participar. Otro monto similar lo aporta el sector privado.

47.000.000
son los habitantes del país.

11
son las lenguas oficiales que tiene Sudáfrica: afrikaans, inglés, ndebele, sotho sa leboa, sotho, swati, tsonga, tswana, venda, josa o xhosa y zulú.

2798
kilómetros de costas, desde el Atlántico al Índico.

3
capitales tiene Sudáfrica: Pretoria (administrativa), Bloemfontein (judicial) y Ciudad del Cabo (legislativa).

+2
es el huso horario sudafricano respecto al GMT.

6,87
rands, la moneda oficial sudafricana, se compran con un dólar estadounidense.

26,2
es el porcentaje de desempleo en el país.

75
por ciento de la población es de raza negra. Hay un 14% de blancos, 8% de asiáticos y 3% de otras etnias.

85
de cada 100 habitantes saben leer y escribir. Es uno de los índices más altos de África.

20
por ciento de los varones sudafricanos juega al fútbol. Entre los menores de 18 años el número llega a 1.300.000, el mayor del continente.

450
son los clubes registrados en la South African Football Association.


lunes, 23 de julio de 2007

Mauro Zárate, el pequeño Super Ratón

Versión en español de la entrevista publicada en la revista Saudi Kicker, en abril de 2007.
Por PABLO ARO GERALDES

La cantera del fútbol argentino parece inagotable. Año tras año surgen decenas de buenos futbolistas con proyección internacional. Pero el último, el goleador del Torneo Clausura con la camiseta de Vélez Sarsfield, tiene un apellido que suena a repetido: Zárate.
Mauro es el menor de cinco hermanos, cuatro de ellos futbolistas. Tiene 20 años y es el único que todavía vive junto a sus padres, en el suburbio oeste de Buenos Aires. Néstor, el mayor de los hermanos, no se dedicó al balón, pero a partir de Sergio, el más famoso, comenzó una dinastía. En la Argentina lo bautizaron “Super Ratón”, por su velocidad y diminuto tamaño. A fines de los años ’80 se hizo conocido en Vélez a fuerza de goles y goles. Pronto emigró a Alemania y se calzó la camiseta de Nürnberg, donde cambió su apodo por el de “Zaubermaus”. Sus cuatro años en la Bundesliga lo marcaron profundamente, lo hicieron más profesional. Después, concluyó su carrera en México y actualmente, retirado, acompaña a Diego Maradona en su gira mundial del Showball, una versión de futsal con paredes, donde la pelota nunca se detiene. Además, es el representante de Mauro.
Le siguen Ariel, que juega en Morón, en la tercera división argentina, después de pasar por varios equipos menores de España; y Rolando, que jugó en España, el Al Ittihad de Arabia Saudita en 2004 y ese mismo año fue goleador del Torneo Clausura argentino con Vélez, y hoy juega en Monterrey de México.
Kicker: Mauro, con esta herencia, ¿te podrías haber dedicado a otra cosa?
Mauro Zárate: No, imposible. No me imagino. Nunca en la vida se me cruzó nada más que ser jugador de fútbol.
–¿Y qué es lo mejor que te dio?
–Todo. Aunque también me sacó varios momentos de la infancia. El fútbol te da bienestar económico y la posibilidad de hacer lo que te gusta. Yo disfruto del fútbol todo el tiempo. Voy a entrenar con ganas ¡Eso es ir trabajar para mí! El fútbol debe ser el único trabajo que se puede disfrutar así.
–¿Y hay algo que no te guste?
–La gente, que a veces es injusta. Cuando insultan a un compañero, a un hermano, o a uno mismo.

Ya demostró largamente lo que vale: con sólo 19 años fue el goleador de un fútbol tan exigente como el argentino (12 goles en 19 matches). Por compromisos con su club no pudo integrar la Sub 20 en el Sudamericano, pero junto a Sergio Agüero y Lionel Messi podrá conformar el temible ataque albiceleste en el Mundial de Canadá. Además, recientemente recibió su primera convocatoria a la Selección Mayor: Alfio Basile, entrenador del equipo nacional lo va mezclando con los que tienen más experiencia y Zárate responde.Es uno de los mejores ejecutores de faltas de todo el continente y su pie derecho es dueño de una fineza que alcanza su esplendor en su exquisita pegada. Además, al no ser muy alto (mide 1,70 m) tiene su centro de gravedad bajo, lo que le mejora el equilibrio ante las faltas de los adversarios.
Kicker: Eres de los jugadores del fútbol argentino que más patean al arco desde todas las distancias, ¿tus compañeros te alientan o se enojan por eso?

–Ambas cosas. Me piden que no haga una jugada de más. Cuando paso al rival, no quieren que vuelva a enganchar. Pero siempre me animan para que le dispare al arco. Además, eso es parte de mi juego. Me siento con la confianza para encarar la meta todo el tiempo. Trato de ser punzante y de ir para adelante porque así obtienes la diferencia en el fútbol.
–¿A qué le atribuyes este buen momento?
–En el torneo anterior jugué todos los partidos. Eso era lo que pedía yo. Que me dieran minutos en la cancha, porque sabía que podía responder como lo estoy haciendo.
–¿Miras el fútbol extranjero?
–Mucho. Me encanta ver a los grandes jugadores. La táctica no la sigo tanto. Prefiero ver a Ronaldo realizando fantasías. También a Cristiano Ronaldo y a Robinho. Aunque hay grandes delanteros que son muy tácticos como Van Nistelrooy o Shevchenko, que proyectan mil diagonales por partido. Esos jugadores también hacen muchos goles y no tienen tanta fantasía como los otros.

–Ser goleador del fútbol argentino te da una gran proyección, más aún a los 20 años, ¿piensas ya en otro país?
–Si aparece una buena chance para irme, hablaré con Sergio, que es mi representante, y con Raúl Gámez, el presidente de Vélez Sarsfield.
–¿A qué llamas “una buena chance”?
–Una oferta de Italia, España, Alemania o Inglaterra. Son los torneos más lindos. Cualquier ofrecimiento de un club importante de esos países es para pensarlo. A veces dicen que el fútbol italiano es feo. Yo lo veo jugar a Kaká y me encanta. Del alemán y el inglés me gusta el ritmo y la velocidad con la que se juega. Y el español es muy parecido al argentino, así que me adaptaría muy bien.
–¿Conoces Alemania?
–Viví seis meses en Nürnberg, pero no puedo decir que la conozca. Me llevaron mis padres cuando tenía solamente tres años, mientras Sergio jugaba allí. Creo que dejó un buen recuerdo. Fue un jugadorazo, con velocidad y un freno que nunca vi. Él le abrió la puerta para los argentinos en Alemania.
–¿Sergio es tu consejero?
–Sí, y también Rolando, porque juega en mi mismo puesto, por la derecha del ataque. Salió campeón con Vélez y fue goleador. Ya entró en la historia del club.

Este puede ser un gran año para Mauro Zárate. Vélez avanza con chances en la Copa Libertadores; y con la Selección Argentina jugará el Mundial Sub 20. Después, el horizonte ya se imagina lejos de casa.



Mauro Zárate fue transferido al club Al Saad, de Qatar, por 22 millones de dólares. El 22 de julio de 2007 marcó el gol del trinufo albiceleste sobre la República Checa y conquistó el sexto título de Campeón Mundial Juvenil para la Argentina.

viernes, 20 de julio de 2007

Tristeza

Murió Roberto Fontanarrosa. Quizá lo conocías como humorista; tal vez compartas la idea de que es uno de los más brillantes narradores de habla hispana. Seguramente sentís el mismo vacío.
Hace tres años mantuvimos una larguísima charla de fútbol, el deporte que amaba, mientras mirábamos el comienzo de la Eurocopa 2004. Él estaba indignado por el 2-1 de Grecia sobre Portugal, no por el resultado, sino por el juego mezquino de los griegos, que terminarían ganando el campeonato con otra victoria ante el mismo rival. El diálogo, previo a la Copa América de Perú, giró en torno a los estilos y, publicado en el Programa Oficial de esa Copa América, lo titulé "El fútbol que vale es el que queda en el recuerdo".
La muerte no transforma a los hombres en buenos. Al Negro no le hacía falta. Se lo va a extrañar... Los hombres que valen son los que quedan en el recuerdo.

jueves, 19 de julio de 2007

La revancha de Eto'o

Artículo publicado en la revista Fox Sports, en octubre de 2006.
Por PABLO ARO GERALDES


El camerunés llegó al Real Madrid siendo un niño, pero en el club blanco nunca le dieron una oportunidad y tuvo que ejercer su oficio goleador en el Mallorca. Hoy los arcos se rinden a sus pies y bate records con la camiseta del Barcelona.


Samuel Eto’o tenía apenas un año cuando Camerún hizo su debut en la Copa del Mundo España ’82. En su modesta casita de Nkon, pequeña villa camerunesa, ya corría detrás de un balón, como imitando al póster de Roger Milla que dominaba una de las desteñidas paredes.
Cuando, en 1990, Camerún sorprendió al mundo venciendo a la Argentina en el partido inaugural del Mundial de Italia, él ya sabía que Milla era mucho más que una imagen en la TV: era la proyección del sueño que lo visitaba cada noche. Tenía 9 años y la convicción de que su futuro estaría siempre ligado al fútbol. Hacia allí apuntó. Era el mejor de la escuela, el mejor de la colonia, el mejor del segundo equipo del Unión Douala, donde debutó a los 13. Era, quizá, el mejor de todo el país, pero en su ideal había estadios repletos, como los de Europa. Hacia ahí se marchó con tan sólo 14 años.
Llegó a Avignon, Francia, sintiendo en carne propia el drama de tantos inmigrantes ilegales. Sin papeles no podía ir a la escuela… ni jugar al fútbol. Se fue a París, donde pasaba las horas escondido en casa de una hermana, para no ser detenido y deportado. No se parecía en nada a lo soñado. Volvió a Camerún, a la academia Kadji de Douala y apareció en la Selección Cadete. Allí fue donde lo vio Pirri, ex internacional español y cazatalentos del Real Madrid: lo invitó a una prueba en el club, pero nadie lo esperó en el aeropuerto y, sin saber castellano, buscó la ayuda del primer africano que se le cruzó. Este lo guió hasta el gigantesco estadio Santiago Bernabeu. Vicente Del Bosque y los entrenadores juveniles no dudaron en ficharlo y enseguida surgieron un contrato y los ansiados papeles. Quería comerse al mundo, pero no dejaba de ser un niño de 15 años.
Como en la Casa Blanca no había lugar, fue cedido al Leganés para la temporada 1997/98 de la Segunda División. Era un retroceso, sí, algo incompatible con su espíritu indómito y competitivo, pero no le importó: sabía que el camino no sería fácil ni directo, y que nunca había que dejar de avanzar.
Solo y lejos de casa, estaba relegado al banquillo de suplentes. Hasta que un día explotó su rebeldía adolescente: “Me voy, me marcho de aquí”. José Jesús Mesas, el capitán de Leganés, supo que no debía permitirlo. Lo tomó de la pechera y con toda su voz de mando le advirtió: “Aquí no mandas tú, las órdenes las da el entrenador”. Era la imagen de autoridad que necesitaba. Desde ese día, Mesas es su gran amigo y su representante.
Sus días en Leganés se terminaron junto a una buena noticia: Claude Le Roy lo convocaba a la Selección Camerunesa, la mayor, la que iría a Francia ‘98.
Pasada su rebeldía, demostró buen nivel en Leganés y Guus Hiddink, entrenador del Real supo advertirlo. Lo hizo retornar a Madrid, a la par que se convertía en el futbolista más joven del Mundial 1998: tenía 17 años y 100 días. Batía el record de Pelé. Eto’o era el único de los 704 inscritos en la competencia que había nacido en la década del ochenta. Todo venía rápido, de golpe, y el 5 de diciembre de ese año todo Camerún volvió a hablar de él: debutaba en la Liga Española. Fue su único partido del año con la casaca blanca, pero días después, en Tokio, le colgaban en el pecho una medalla como Campeón Intercontinental, tras el 2-1 sobre Vasco da Gama.
Intentaba afianzarse, aunque seguían sin tenerlo en los planes madridistas: fue cedido al Espanyol de Barcelona, pero no pisó el césped ni un minuto y regresó. Lo que quería era jugar, y se lo planteó al presidente del Real, quien encontró una salida prestándolo al Mallorca para el torneo 1999/2000. Allí, en el calor del Mediterráneo, encontró su hábitat: terminó de aprender el español y en 12 partidos marcó 6 goles. Era un buen promedio, pero no una proeza. Igual, en su tierra ya lo amaban. En enero ganó la Copa Africana de Naciones siendo figura de un equipo con grandes estrellas, y el idilio se selló cuando lo llamaron para el equipo olímpico que viajó a Sydney: su gol marcó el 2-2 con España en la final y los penales le dieron a Camerún la única medalla dorada de su historia.
Tras el préstamo, volvía a Madrid hinchado de gloria, pero -igual que en el pasado- no le dieron lugar. Le quedó un sabor agrio hacia el equipo blanco, aunque decidió no detenerse en el resentimiento y aceptó de nuevo las puertas abiertas del Mallorca. Al cariño mallorquín le pagó con una andanada de goles: 54 en los 133 partidos que jugó con la camiseta roja, y se ganó el altar: es el máximo goleador del Mallorca en la historia de la Liga Española. Hizo dos de los tres goles de su equipo en la final de la Copa del Rey 2003, en la que vencieron 3-0 al Recreativo de Huelva. Fueron cuatro años más de un romance que solamente fue interrumpido para sus convocatorias al Seleccionado Nacional.
Con los Leones Indomables de Camerún conquistó dos veces la Copa Africana de Naciones (2000 y 2002) y participó sin fortuna en el Mundial Japón-Corea 2002. Durante el año siguiente no lo llamaron para la Copa Confederaciones y ese torneo se convirtió, sin jugarlo, en el recuerdo más triste de su carrera. Estaba entrenando en Mallorca cuando el director técnico lo llamó aparte para darle una noticia horrible: su amigo Marc-Vivien Foé había muerto en medio del partido ante Colombia. Fue un golpe tremendo. “Esto hace que aproveche el tiempo, me dice que no debo resignarme al banquillo cuando puedo vivir emociones fuertes dentro de la cancha. Uno no sabe cuándo se termina todo, hay que aprovechar al máximo”, reflexionó. Luego de aquel suceso fue elegido como Mejor Futbolista Africano del Año en 2003, 2004 y 2005.
Ya no era un desconocido. Sus goles le dieron trascendencia internacional y el Chelsea de Inglaterra se lo quiso llevar en el verano de 2004. Los londinenses debían negociar con Mallorca y Real Madrid al mismo tiempo, porque los derechos estaban compartidos. Pero Eto’o quería quedarse en España, donde se siente a gusto. Entonces apareció en escena el presidente del Barcelona y le firmó un pre-contrato. ¿Qué hacer? Las ganas de una revancha pudieron más: la camisa blaugrana era la mejor para desquitarse de la indiferencia madridista. Con 24 millones de euros se selló el traspaso, para ser el primer camerunés en la historia del Barça. En su primera temporada catalana, la 2004/05, marcó 24 goles en 37 partidos de Liga y gritó otros cuatro en Champions League. Se transformó en el complemento ideal de Ronaldinho y quedó a un solo gol de ser el Pichichi de la Liga, galardón que se llevó el uruguayo Diego Forlán. Pero un tanto suyo le dio matemáticamente el título al Barcelona -después de seis años de sequía- y la identificación con los colores azul-grana ya era total.
El año pasado le guardó una amargura: la Selección de Costa de Marfil de un tal Didier Drogba se quedó con la plaza mundialista que todos los pronósticos indicaban como camerunesa. Uno de los mejores goleadores del planeta pasaría el verano alemán tras la pantalla de un televisor.
Pero Cataluña es, para él, tierra de desquites, y mayo de 2006 lo encontró como máximo goleador de la Liga (26 tantos) y con la preciada copa de la Champions League entre sus manos.
Zancada larga, mirada felina y el festejo repetido; siempre haciendo goles, siempre con su amplia sonrisa: necesitó solamente 67 partidos para llegar a los 50 tantos y superar en efectividad a muchos de los grandes atacantes de la historia del Barcelona.
Fue una digna revancha, también, contra los imbéciles que en febrero, en el estadio del Zaragoza, imitaban sonidos de mono cada vez que tocaba la pelota. Pudo haber pensado en los millones que gana e ignorarlos, pero no soportó las ganas de ser digno y paró el partido yéndose de la cancha. Finalmente fue convencido por sus compañeros y el técnico Frank Rijkaard y siguió. Pero dejó claro ante el mundo que el lenguaje de los intolerantes no será tomado como una simple expresión de folklore futbolístico.
Es embajador de Buena Voluntad de UNICEF y trabaja activamente a favor de la prevención del SIDA entre los jóvenes. ¿Por qué? “Me mueve el amor a mi país, a Africa y a los niños, que nunca son culpables de lo que pasa y sí los que más sufren”, explicó. No olvida a su tierra y a su gente. Una vez compró doscientos pares de botines para regalar en su pequeña ciudad natal. Y no tiene problemas para brindar su imagen o dinero a organizaciones benéficas.
Ya no le queda mucho por ganar en el campo de juego, pero tiene apenas 25 años y los desafíos se suceden. Arrancó como una aplanadora goleadora la Liga 2006/07 y, con una victoria sobre Ruanda, Camerún inició el camino de clasificación hacia la Copa Africana 2008. En diciembre, será una de las grandes figuras del Barcelona que viajará a Japón a la conquista de un nuevo trofeo, el del Mundial de Clubes de la FIFA.
Hace unos días, las estadísticas, curiosas acompañantes del fútbol, le depararon una nueva satisfacción: llegó a 100 goles en la Liga Española (48 con Mallorca y 52 con Barcelona) y se situó como el máximo artillero desde que comenzó el siglo XXI. Sus escoltas le dan mayor dimensión al logro: Ronaldo marcó 82 y Raúl, 79. Y no para; no tiene techo. Como explicó la semana pasada: “No sé dónde están mis límites. Mi reto en la vida es siempre subir un peldaño más”.

Parece que no, pero le queda un objetivo grande y difícil por cumplir. Quiere encontrar a ese paisano que, en el aeropuerto de Barajas, lo contuvo y lo guió hasta las puertas del Real Madrid. Puede ser un simple gesto, pero retrata a quien en su mayor gloria no deja de recordar la dureza de los comienzos. Cuando lo consiga, quizá mire al cielo, como cada vez que marca un gol, y le dedique ese triunfo a su eterno amigo Foé.

martes, 17 de julio de 2007

Nigeria: Las Águilas quieren volar

Artículo publicado en la revista El Gráfico, en diciembre de 2001.
Por PABLO ARO GERALDES y MARTÍN DE ROSE

Pese al caos organizativo y las diferencias entre los históricos y las estrellas juveniles del plantel, Nigeria es una amenaza. No renuncia a su fútbol ofensivo y en su tercer Mundial consecutivo quiere meterse entre los mejores ocho.

Un índice de Riesgo País que galopa cerca de los 1900 puntos. Una deuda externa impagable que suma 35.000 millones de dólares y las exportaciones cayendo en picada ante el desinterés de los mercados Internacionales. Con la coima policial institucionalizada, una inseguridad temeraria y las mafias manejándose a su antojo, la única alegría que le queda al pueblo es el fútbol. Y encima el sorteo depara nombres para asustarse: Inglaterra, Suecia… y Argentina.
Los nigerianos debutarán en su tercer Mundial ante Verón, Batistuta y compañía, y la comparación con la Argentina va más allá; no se limita sólo a la vida política, social y económica de estos dos países apretujados en el fondo del Tercer Mundo. En Nigeria, el fútbol es una pasión nacional, tiene jugadores extraordinarios que brillan en Europa, pero a diferencia del equipo de Bielsa, la organización es un caos acorde al resto de su vida diaria.
Sin embargo, la calidad de sus futbolistas hace que a los nigerianos le importen poco los historiales. Las estadísticas les recuerdan que a lo largo del año 1994 enfrentaron a la Argentina, a Suecia y a Inglaterra y acumularon tres derrotas. Claro, el potencial de las Águilas Verdes fue en aumento y dos años después se estaban vengando de los argentinos arrebatándoles la medalla de oro sobre el final de los Juegos Olímpicos de Atlanta.
Su juego naturalmente distendido y con vocación ofensiva parece mejorar en los compromisos difíciles. En Atlanta 96, cuando nadie esperaba demasiado de los africanos, aceleraron en la recta final y pasaron a Brasil y Argentina con un fútbol de alto nivel. Y en Francia 98 ganaron el llamado “grupo de la muerte” venciendo a España y Bulgaria, para después desintegrarse ante Dinamarca, ya en octavos, en medio de una crecientes peleas internas.
Ahora la meta es mejorar sus performances anteriores y pasar a cuartos de final. Nwankwo Kanu, su figura, que volvió al fútbol tras superar problemas cardíacos, sostienen que “Nigeria tiene el potencial suficiente como para competir en el grupo F. A cualquiera que espere que las Super Águilas terminemos cuartas en el grupo les demostraremos que están equivocados”. “¿Qué sólo dos pueden pasar a octavos?, ¿por qué no Nigeria e Inglaterra? Nosotros hemos asustado a muchos países más grandes en el pasado y podemos hacerlo de nuevo”, dijo en Londres, donde juega para el Arsenal.
Benedict Akwuegbu, delantero del Grazer austríaco, tampoco se achica: “nunca nos asustamos de antemano con los nombres de los rivales, sino con su juego. Los nigerianos tenemos con qué pasar a la segunda ronda”, sostuvo.
El fuerte de Nigeria está de la mitad de cancha para arriba, en la zona de creación y de ataque. “Jay Jay” Okocha está teniendo una temporada destacable en el Paris Saint Germain y es el símbolo, el generador de ideas de las Águilas Verdes. Otros que andan derecho son Sunday Oliseh (Borussia Dortmund, Alemania), Victor Ikpeba (Bestis, España) y Finidi George (Ipswich, Inglaterra, actualmente lesionado). Los cuatro arrastran la experiencia desde el Mundial 94, los mismo que fueron factores fundamentales para llegar a la final de la última Copa Africana de Naciones, que perdieron ante Camerún, por penales.
Celestine Babayaro (Chelsea, Inglaterra), Tijani Babangida (Vitesse, Holanda) y Taribo West (Kaiserslautern, Alemania), son otros tres puntos sólidos de este equipo de cara al Mundial. Pero la gran incógnita sigue siendo Kanu y su definitiva recuperación. Su hermano Christopher es defensor del Alavés y también integra el seleccionado. El compañero de Coloccini sabe bien del potencial argentino: “Es un gran equipo, tiene buenos jugadores y hace un fútbol atractivo y fuerte a la vez, duro para los rivales”.
-¿Qué pensaste al conocer el grupo F?
-Es un grupo terrible, el más fuerte, pero representa un gran desafíio y nadie puede dar fe de lo que puede pasar. No hay favorito, porque cualquiera le puede ganar a cualquiera.
-Creciste en el Ajax de Holanda, que tiene un estilo muy parecido al que intenta la Bielsa en la selección argentina: tres defensores, tres volantes y cuatro jugadores volcados a funciones de ataque. ¿Cómo se le gana a un equipo así?
-Para decirlo están los entrenadores. Ellos saben y estudian los puntos débiles. A mí que me digan lo que hay que hacer dentro de la cancha y yo trataré de hacerlo lo mejor posible.
-¿Cómo ves a tu hermano en el Mundial?
-Tiene todas las expectativas puestas ahí, quiere demostrar lo que demostró en los Juegos Olímpicos, pero en una competencia mucho más trascendente.
La de los Kanu no es la única pareja de hermanos en Nigeria. Haruna Babangida es hermano de Tijani y juega en el equipo B del Barcelona. Pertenece al plantel aunque difícilmente sea titular, pero igual ya está pensando en Argentina: “es lo más complicado que le tocó a Nigeria en su historia”, reconoció.
-¿Ves difícil la clasificación?
-En el fútbol ya no valen tanto los candidatos, los nombres, Hay que esperar y jugar cada partido con todo. Nosotros venimos de una gran Copa de África, donde fuimos subcampeones pero jugamos un buen fútbol, que es lo que nos identifica ante el mundo.
-Pero el nivel ya no es el mismo que mostraron en Atlanta…
-No bajó mucho. Pero el Mundial será una buena oportunidad para volver a agradarle a todos los que gustan del fútbol, porque nuestra selección sigue jugando de modo ofensivo.
-¿Contra Argentina atacarán como siempre?
-Todos sabemos que cualquier jugador argentino puede definir, que es desequilibrante. Y sobre todo lo sabe el técnico, que ya lo estuvo siguiendo. Tendremos que tomar algunas precauciones, porque si no pueden ganarnos fácilmente.
Sincero, sin casette. Hace rato que Nigeria es junto a Camerún uno de los africanos con mayor chapa. Pero quedó claro tras el sorteo que el grupo F es el más dificultoso para quienes suelen tirar pronósticos, por la paridad de fuerzas. Y las preocupaciones son cruzadas entre todos los integrantes. En un artículo del Sunday Telegraph de Londres, el ex goleador y comentarista inglés Gary Lineker reconoció el desafío que será Nigeria para ellos y el resto de la zona: "Nadie puede descontar a Nigeria, un equipo que suele funcionar frío y caliente. Inglaterra espera encontrarse con ellos en uno de sus días fríos, como cuando Dinamarca les hizo cuatro y los dejó afuera de Francia 98”, dijo, mientras advertía sin embargo: "Ojo, que en sus buenos momentos, Kanu y Compañía son capaces de darle una paliza a cualquier equipo en el mundo". Los ingleses cerrarán el grupo con Nigeria, al mismo momento que la Argentina esté jugando con Suecia.

El caos interno
El ingreso promedio de un nigeriano es de 300 dólares al años (los argentinos todavía rondan los 8000) y pese a que el Fondo Monetario Internacional sigue exigiéndole al gobierno que pare de realizar enormes gastos superfluos, el presidente Olusegun Obasanjo ordenó la construcción de un nuevo estadio de fútbol en el que ya se gastaron 330 millones de dólares, una cifra superior a los presupuestos de salud y educación juntos. Pero los gobiernos son un reflejo de la gente, y en Nigeria la democracia es un aprendizaje, ya que 30 de sus 40 años de vida independiente los pasaron bajo regímenes militares.
En pleno Mundial de Francia el técnico Bora Milutinovic sufrió las presiones de los conflictos internos de la federación y los gobernantes. Así terminó marchándose, dejando claro que la organización no es el punto fuerte dentro de la Nigeria Football Association (NFA). Aquí salta la diferencia de opiniones entre los históricos y los juveniles. Con 22 años, Christopher Kanu piensa que “el plantel es una familia. Hablamos por teléfono diariamente, como en una gran cadena a lo largo de toda Europa. Los más experimentados llaman a los más jóvenes, puede que ni siquiera los conozcan de la Selección pero igualmente nos llaman y dan consejos. Yo hablo mucho con Okocha, por ejemplo. Así, cuando nos encontramos para jugar, somos como una gran familia que se reúne”. Pero los más veteranos saben que esto no siempre fue así y temen por que los conflictos puedan volver. Okocha trata de convencerse de que aquellos días se terminaron, pero duda: “la cohesión del plantel no es un factor más. Es difícil ver por qué esas disputas del pasado deberían desaparecer ahora, cuando fueron un rasgo permanente del fútbol Nigeriano desde hace largo tiempo, tanto como Shoruunmu podría recordar”. La referencia es para el arquero Ike Shoruunmu, que va camino para los 35 años y aún estando sin club se quedó con el puesto tras las desastrosas actuaciones de Peter Rufai. ¿Gran Familia se dijo? Tras la eliminación de Francia 98 el dinero se convirtió en el pensamiento prioritario y generó divisiones en el nido de las Águilas.

Fuga de cerebros
Al técnico Shaibu Amodu, que ya había ocupado el cargo dos veces en el pasado, le prometieron que le iban a dar continuidad en el puesto, pero en Nigeria nunca se sabe. El respeto por el trabajo del entrenador y las planificaciones a largo plazo no son una costumbre del fútbol africano.
Shaibu sucedió a Jo Bonfrere a mitad de la eliminatoria y con tres triunfos consecutivos llegó con el último aliento para superar por sólo un punto a Liberia. Así se convirtió en el primer técnico local que clasificó a Nigeria para un Mundial, luego del holandés Clemens Westerhof (1993) y el francés Philippe Troussier (1997).
Dispone de un gran semillero, pero sufre la fuga de cerebros, con lo cual su trabajo se torna más difícil. Su último partido eliminatorio fue hace casi cinco meses y desde entonces sólo jugaron un amistoso, contra Japón que terminó empatado.
La inestabilidad del técnico se sustenta en una costumbre del fútbol africano, que suele preferir entrenadores europeos y hasta último momento nadie asegura nada: Milutinovic fue designado unos meses antes del Mundial. Por eso, apuesta todo a la actuación de las Águilas Verdes en la próxima Copa Africana de Naciones que se jugará en febrero, en Malí. De todos modos, aun teniendo peso en la escena continental, Argelia, Liberia y el local Malí, sus rivales del grupo A, no serán una medida real de lo que encontrarán ante Argentina, Suecia e Inglaterra.
Para calentar los motores, los responsables de la NFA salieron a buscar rivales para concretar partidos amistosos que estén a la altura de sus compañeros de Copa del Mundo. Ya hicieron un contacto con Uruguay, para testearse ante un sudamericano y sellaron la fecha del 17 de mayo para enfrentar a Irlanda.
Los irlandeses juegan con un estilo parecido al de Inglaterra y sería bueno ver cómo Nigeria se las puede arreglar ante este estilo”, explicó Salisu Abubakar, de la federación. Varias oportunidades que Bielsa no se va a perder para seguirlos de cerca y grabar videos que serán de los más vistos en la concentración argentina.

jueves, 12 de julio de 2007

Aquellos 11 uruguayos que ganaron la Copa América en 1987

Por PABLO ARO GERALDES

Esta es una nueva sección que implementé en la revista Fox Sports. La idea es refrescar la memoria de equipos que quedaron en el recuerdo, saber qué es de la vida de sus integrantes. Algunos siguen en los titulares de las noticias como entrenadores o continúan ligados al fútbol desde trabajos colaterales. A otros se les había perdido el rastro.
Para empezar, la Celeste que hace 20 años levantó la Copa América en Buenos Aires. Haciendo click sobre la imagen podrás verla ampliada.

martes, 3 de julio de 2007

Christian Giménez: campeón de todo

Artículo publicado en la revista Fox Sports, en julio de 2007.
Por PABLO ARO GERALDES


El 'Chaco' es ídolo y figura de un Pachuca que no para de ganar. Pero detrás del goleador que acapara títulos hay un hombre sencillo que tiene los pies sobre la tierra.

Resistencia, capital de la provincia argentina del Chaco. De esa cálida ciudad surgió este habilidoso volante por izquierda que con apenas 17 años debutó en el poderoso Boca Juniors que comandaba Carlos Bianchi, un hacedor de campeones.
Resistencia es lo que debió demostrar a lo largo de su carrera, aunque su tremenda vitrina esté colmada de copas y el álbum personal se engrose con más páginas de festejos. Porque nada le fue servido en bandeja a Christian Giménez.

Cuando militaba en el super Boca campeón del mundo debió bajar varios escalones para acomodarse en Unión de Santa Fe, un club mucho menor del fútbol argentino. Cuando disfrutaba de los vestuarios del estadio Azteca junto a sus compañeros del popular América de México, debió cambiar su geografía por la árida y ventosa Pachuca. Sin embargo, siempre con resistencia, se sobrepuso a las adversidades, encontró su lugar en el mundo y hoy disfruta de un cartel que muy pocos pueden colgarse: ser campeón de todo.

-Cuando el uruguayo Diego Forlán dejó el Manchester United por el Villarreal estaba seguro que bajaba algunos escalones; sin embargo el resultado fue ampliamente positivo: jugó, fue goleador de España y triunfó en la selección. ¿Te pasó algo similar?
-Cuando el América no me quiso, mi idea era quedarme en México, sabía que era un jugador para este fútbol y que en un momento iba a explotar. Pero necesitaba continuidad, ese apoyo en lo personal que encontré acá. Me decían que Pachuca era feo, que era chico, que no había nada... No conocía y hablé con los directivos. Al llegar me encontré con todo lo contrario de lo que me hablaban: estoy encantado con la ciudad, con la gente, con el club... Volví a sentirme cómodo en un lugar.

-¿Dónde lo habías sentido por última vez?
-En Buenos Aires, en Santa Fe... Bueno, eso fue parecido a lo que decía Forlán: ir a Santa Fe era bajar un escalón aparentemente, pero ahí fui feliz. Jugué 18 partidos seguidos, me sentía importante.

-¿Cuán importante es sentirse importante?
-Eso es importantísimo, parece un juego de palabras. Soy un tipo muy tranquilo y trato de tener los pies sobre la tierra. Con trabajo, nunca bajé los brazos; siempre tuve piedras en el camino.

-Hoy eres lo que el periodismo llama “un ganador”. ¿Cuáles son las cosas que en estos momentos te devuelven a la realidad?
-Mis raíces, mis amigos, el lugar donde nací, mi esposa... Lo que viví en el barrio Santa Inés, en el Chaco. Allí jugábamos al fútbol por un juguito de naranja...

-Pero son muchos los que olvidan sus inicios cuando el éxito les canta al oído.
-Al principio, cuando recién debutás, podés confundirte, pero olvidarte de tus orígenes no. De estar en la pensión del pasás a ser famoso, que te inviten a un restaurante, a los programas de televisión... Todo es nuevo, no estás preparado y te empezás a marear. Por suerte tuve un técnico como Bianchi que me marcaba el camino: “Si queres seguir acá, bajate del caballo, porque muchos jugadores llegaron y no duraron nada”. Siempre tengo en mente en todo esto.

-¿Alguien está preparado para el éxito?
-Yo siempre soñaba con jugar en Boca, pero una cosa es desearlo y otra es que te pase realmente: nunca estás preparado. Cuando el momento soñado llega es totalmente distinto. Es algo hermoso, pero tiene sus cosas complicadas.

Si hay algo que este modesto multicampeón tiene es un lazo con sus raíces. Tanto como que su tierra, Chaco, se metió entre su nombre y su apellido. Con ese anclaje a la realidad puede disfrutar de un presente inmejorable en lo deportivo.

-¿Este es el momento más alto de tu carrera?
-Creo que sí; los títulos acompañan... Mira, yo he sido campeón con Boca, pero no era titular, no era tan importante como lo fui en este Pachuca. Es un grupo muy unido y todos son importantes, pero esta vez me sentí protagonista, en el torneo local, la Copa Sudamericana, en la Concacaf.

-¿Notas una madurez futbolística?
-Exacto, esa es la palabra: madurez. Eso es lo que alcancé en este momento.

Contaba Diego Maradona que cuando volvía del Mundial México ’86 con la Copa del Mundo entre sus brazos sintió una extraña nostalgia acompañada de tristeza. Pensó que la Copa era más bella cuando la soñaba, antes de haberla conquistado, pero ya no podía volver el tiempo atrás. Al tenerla, ya no podía soñar con conseguirla.

-Tras ganar la Clausura mexicano todos los reporteros te preguntaban si habías tenido tiempo de festejar, porque a los cinco días recibían al Inter de Porto Alegre por la Recopa Sudamericana. ¿Experimentaste algo similar a lo que contaba Diego?
-Puede ser, hay algo de eso. Es difícil... Obviamente la noche anterior no pude ni soñar; tenía unos nervios... Pero ser campeón del fútbol mexicano es increíble. Estuve solamente un ratito con la Copa, había tanta gente en el campo celebrando... Pero cuando llegué a la casa dije ¡la madre!... La Sudamericana, la Concacaf, esta nueva... tenía a mi familia, que soportó todos los sacrificios. Cuando uno es extranjero todos están pendientes de lo que hacés, tenés una responsabilidad extra. Y diez meses después miro atrás y me emociona todo lo que conseguí aquí. Pero, ¿sabes qué es lo más importante de Pachuca? Que aquí me valoraron como persona.

-Es un club chico que de repente se encontró con la gloria, con mucha gloria, pero sigue pensándose como una familia...
-Sí, eso es lo que siempre inculca el club de la mano de Jesús Martínez, el presidente. Así fue ganando y fue creciendo hasta ser, como lo llaman hoy, “el equipo de México”. Pese a quien le pese, porque a todas las corporaciones les interesa que siempre estén arriba Chivas o el América, porque venden más. Hoy, por fútbol, Pachuca es el mejor. Y a nivel institucional también. Estuve en América, que es un grande, y puedo asegurar que a nivel dirigencia Pachuca es mucho más grande.

-En los buenos momentos como este, ¿se recuerdan los malos?
-Yo valoro todo. Tener una familia te da otra perspectiva de la vida. Y siempre pienso en todo, lo bueno, lo malo, lo feliz, lo duro, pero siempre busco el lado positivo, aún de los feos momentos. Me pase lo que me pase no me voy a apartar de mis raíces.

-¿Qué cambió del Chaco Giménez que debutó en Boca al que hoy es campeón de todo en Pachuca?
-Pasaron casi 9 años... pasaron muchas cosas en lo futbolístico y en lo emocional. Pero sigo siendo el mismo chiquilín, de buen humor. Mi esencia no cambió.

-El fútbol te dio un bienestar, todo lo lindo que trae el éxito, pero ¿qué te quitó?
-La juventud. A los 14 años me fui del Chaco y perdí lo que hacen normalmente los chicos de esa edad. Me llamaban para ir a un baile o a comer un asado y yo no podía ir, porque debía quedarme en la concentración de Boca. Pero yo soñaba ser profesional y tenía claro que sin responsabilidad no iba a conseguir nada.

-¿Quién serías hoy de no haber seguido en el fútbol?
-Un vago, je je... No me puse a pensarlo. ¿Qué sería? Seguiría en el Chaco, pegado a mi mamá... Ahora tengo a mis hijos, que son lo máximo en mi vida, y puedo darle muchos gustos. Pero si no hubiese sido futbolista me rompería el alma trabajando en lo que sea para que no le falte nada a mi familia. Podría cambiar todo lo que tengo, menos a mi mujer y mis hijos. Son lo mejor que me pasó en la vida.

-¿Y los amigos? ¿Quiénes te dio el fútbol?
-Un montón... el Burrito Rivero, que jugó en Pachuca, Cuauhtémoc Blanco y Germán Villa del América, los argentinos Pablo Quatrocchi, Ariel Carreño... y los que conocí ahora aquí, con quienes va creciendo el afecto. Todo lo que ves en Pachuca es así, transparente.

-Cuando quedaste afuera del América, ¿qué pensaste?
-Estaba en Buenos Aires y no me lo esperaba. Pese a no haber tenido continuidad siempre fui importante. De repente me enteré por Internet que era prescindible y me tuve que poner a buscar club. Ahí me llamó Andrés Fassi, el director deportivo de Pachuca, y todo se dio bien.

-Al final, en los momentos de angustia se esconde una esperanza, un futuro mejor...
-Sí, no nos queremos ir más de Pachuca, somos muy felices aquí.

-¿Qué terminó siendo México en tu vida?
-Mi segundo país, al que le estoy agradecido. Desde el día que llegué me trataron bien, me respetaron. Mi hija es mexicana.

-¿Piensan que en diciembre jugarán el Mundial de clubes y no van a ser Pachuca, van a ser México?
-Todavía no queremos pensar. Pero la semana pasada bromeábamos: “imagínate cuando marques a Ronaldo” o “cuando suba Maldini por tu lateral”. Es algo que en unos meses va a pasar y la adrenalina subirá. Puede ser algo extraordinario. Pero por ahora hay que disfrutar este presente. Se me pone la piel de gallina de pensar en todo lo que conseguí, de que entré en la historia de este club al que tanto quiero.